Habitualmente, cuando dormimos, la musculatura de la lengua y el paladar blando se encargan de mantener la vía respiratoria abierta. Si en algún momento estos músculos se llegasen a relajar, se produciría un estrechamiento de la vía respiratoria, ocasionando el ronquido y dificultades en la respiración. Si hay una mayor relajación de estos músculos, la vía respiratoria quedaría completamente obstruida con un impedimento de respirar adecuadamente. Esto es lo que se denomina Apnea Obstructiva del Sueño (AOS).
Luego de un periodo de tiempo, el cerebro nota que hay una falta de oxígeno y produce un microdespertar o despertar. Habitualmente las personas que padecen este trastorno, no se dan cuenta, este ciclo se repite muchas veces durante toda la noche, produciendo una fragmentación (interrupción) del sueño.
Algunos síntomas de la AOS incluyen:
- Excesiva somnolencia durante el día.
- Ronquidos fuertes.
- Irritabilidad.
- Dolor de cabeza por la mañana.
- Comorbilidades asociadas con la AOS: depresión, hipertensión arterial, diabetes mellitus , enfermedades del corazón, etc.
¿Cómo se diagnostica?
La prueba que habitualmente se realiza es la Polisomnografía nocturna.
Tratamiento de la AOS:
Posteriormente de haberse diagnosticado por clínica y por polisomnografía nocturna, dependiendo de los síntomas, de la intensidad AOS y otros factores, existen diferentes pautas de manejo, entre una de ellas se encuentra la Presión de Aire Positiva y Continua nasal (CPAP).
Espero que esta información haya sido de gran ayuda. ¡No dudes en contactarme!