Hoy en el Día Mundial del Parkinson me gustaría compartir con ustedes información relevante de esta enfermedad. El Parkinson es un trastorno del movimiento, crónico y degenerativo del sistema nervioso, que se caracteriza por la falta de coordinación, rigidez muscular y temblores en diferentes partes del cuerpo. Esto es debido a que las células nerviosas (neuronas) no producen la cantidad suficiente de una sustancia cerebral conocida como dopamina. Es importante saber que los síntomas son de comienzo lento, y que entre ellos se encuentran:
– Rigidez en tronco, extremidades superiores e inferiores.
– Temblor en manos, piernas, brazos, mandíbula y cara (poca expresión facial).
– Dificultad en la coordinación y el equilibrio.
– Trastornos del sueño.
– Depresión.
– Lentitud en los movimientos.
El diagnóstico es clínico y se determina mediante un examen neurológico, pero existen estudios diagnósticos adicionales como las pruebas neurofisiológicas y estudios de imagen, que pueden identificarlo. Las pruebas neurofisiológicas se utilizan para demostrar y cuantificar las alteraciones y los mecanismos involucrados en la ejecución de los movimientos en estos pacientes. Por lo tanto, se pueden utilizar diferentes estudios neurofisiológicos para valorar los signos del parkinsonismo, entre los que se encuentran:
– La rigidez, la bradicinesia (lentitud de los movimientos voluntarios) y el temblor, los podemos evaluar mediante la electromiografía (colocación de electrodos de superficie o de aguja en diferentes músculos).
– Con el reflejo de parpadeo podemos valorar movimientos de los ojos.
– La disfunción del sistema autónomo (disminución de la tensión arterial al levantarse, alteración de los esfínter rectal y vesical, disfunción eréctil, etc) se puede valorar con pruebas neurofisiológicas como por ejemplo la respuesta sudomotora simpática cutánea, que es la medición de la respuesta a través del estímulo de un nervio dando como resultado la sudoración de la zona estimulada y con la electromiografía podemos valorar los esfínteres anal y vesical.
– Potenciales evocados:
- P-300: valoramos capacidad cognitiva.
- Potenciales auditivos de tronco cerebral: valorar vía auditiva y el tronco del encéfalo.
- Potenciales evocados visuales: valoramos la vía visual.
– Estimulación magnética.
– Polisomnografía para estudios de sueño ya que los pacientes con Parkinson cursan con trastornos en la conducta del sueño REM.
Por desgracia no existe cura definitiva para el Parkinson. Por lo que es una enfermedad crónica e incurable. Pero hoy día hay diferentes recursos médicos, y no-médicos, para disminuir los síntomas, ralentizar la evolución de la enfermedad y mejorar eficazmente la calidad de vida de los pacientes. Entre los que se encuentran tratamientos con fármacos y también tratamiento quirúrgico mediante Estimulación Cerebral Profunda, que consiste en la inserción de un electrodo en el cerebro mediante monitorización neurofisiológica (técnica realizada por un neurofisiólogo), con colocación de un neuroestimulador para la estimulación de áreas dónde se encuentra el movimiento.
También quiero dejarles el enlace de un vídeo que me envió un colega, el Dr. Utria, donde se demuestra cómo algunas actividades físicas, por ejemplo: manejar bicicleta o bailar, mejoran los síntomas de forma trascendental en lo pacientes con Enfermedad de Parkinson. https://youtu.be/DCFW2eLgcco
Es por eso que hoy en el Día Mundial del Parkinson, como otros colegas, doy a conocer más sobre esta enfermedad, como también de los tratamientos que ayudan a tener esperanza, a todas aquellas personas que lo padecen. Sin dejar de resaltar que la Neurofisiología Clínica realiza un importante aporte en el diagnóstico, la evaluación de los síntomas y a contribuir con el manejo integral del paciente.