Me he interesado en escribir este artículo debido al gran número de peticiones de padres sobre cómo debe ser el sueño en los niños y adolescentes, y así, contarles las diferentes alternativas existentes para que éste sea de buena calidad.
El primer año de vida, es uno de los periodos donde existen mayores cambios con respecto al sueño, más adelante especificaré dichos cambios. Luego en la pubertad, se regulariza y tiene un patrón definitivo casi similar al del adulto. Por lo tanto, en forma general estos cambios ocurren principalmente en la duración del sueño, qué tipo de distribución tiene durante el día y en la proporción de cada una de sus fases. Existen factores endógenos y exógenos que determinan estos cambios. Entre los principales factores endógenos encontramos que la luz es uno de los más importantes ya que regulariza los ritmos internos del organizmo para consolidar el patrón de sueño definitivo en el niño. Así también existen factores exógenos que contribuyen a una mejor conciliación en el sueño del niño, como el establecimiento de unas rutinas y hábitos de sueño que van a lograr menos despertares durante la noche e incrementar la duración del mismo, logrando una conducta beneficiosa en el niño y una sensación de bienestar en los padres.

El primer año de vida, es uno
de los periodos donde existen mayores
cambios con respecto al sueño.